Sí, han pasado ya unos cuantos días desde que acabó la Maratón de Barcelona 2014. La falta de tiempo y las pocas ganas de escribir han tenido la culpa, pero vamos allá!
La edición del 2014 ha sido mi 3ª participación en esta prueba. Las 2 anteriores, 2012 y 2013, las acabé bien, aunque con un gran esfuerzo y fatiga muscular. Pero no todo era completo porque en ambas ocasiones mi primo Pere, uno de mis compañeros de fatigas junto con Albert, no había podido acabar. Los motivos no importan, pero la cuestión es que los 42.192m le ganaron la partida. Y como eso no podía acabar así, me ofrecí para acompañarlo en este tercer intento, para ser su apoyo en los momentos críticos que seguro llegarían.
La preparación no la habíamos realizado juntos por "problemas de agenda" pero en todo momento habíamos ido poniendo en común las salidas, las tiradas largas, los km acumulados cada semana, etc. En definitiva, eso que hace todo aquel que quiere enfrentarse a la mítica distancia.
Las dudas eran enormes y justificadas. La historia jugaba en su contra y la preparación quizá no había sido todo lo meticulosa que debiera, pero la historia está para cambiarla y eso es lo que pensaba yo hacer.
Un ritmo de 5:55 - 6:00 era asequible para empezar y la duda estaba en si sería capaz de aguantarlo hasta el final. Tarea difícil pero no imposible. El inicio fue bueno, y con la ventaja de tener alrededor muchos grupos de corredores que iban más o menos con el mismo objetivo, lo que nos permitía ir viendo pasar los km sin la necesidad de estar mirando continuamente el reloj para ver si íbamos al ritmo correcto o no. El paso por la Media Maratón fue bueno (2h03m) y las sensaciones también lo eran, aunque a Pere le encanta quejarse y ya empezaba a decir que iba justito.
La realidad es que el ritmo de 5:55 - 6:00 lo conseguimos alargar hasta el km 24, y a partir de Rambla Prim empezó a decaer. Ahí es donde empezó realmente mi "trabajo" como motivador. Sabía que el km 28, al girar en Glòries, estaban Albert y Dani y que nos acompañarían hasta meta y me ayudarían en mi tarea, pero hasta entonces estaba sólo. Sinceramente ya no recuerdo la cantidad de cosas que llegué a decirle para que apartase de su mente toda la negatividad que le generaba el ver que las fuerzas se le acababan, que empezaba a sentir dolores en las piernas, y darse cuenta de los km que aún nos quedaban por delante.
Como en ese tramo de la carrera los avituallamientos están cada 2,5km nos planteábamos objetivos a muy corto plazo, ya que se trataba de intentar llegar trotando al siguiente avituallamiento, sin parar y andando lo menos posible para no caer en la tentación de no volver a arrancar y seguir andando hasta el final. Los avituallamientos eran todo un espectáculo. Dani era el encargado de conseguirle el agua y el powerade, Albert de coger las naranjas y plátanos, y yo de conseguir frutos secos. Todo, para que Pere se parase lo menos posible.
No negaré que fue duro y complicado, y que por momentos tuve dudas de si lo llegaría a conseguir, pero la realidad es que el cuerpo puede llevarte a límites extremos, y éste es uno de estos casos.
La entrada a meta fue realmente emotiva, porque ya en la recta final aparecieron Carla y Jan, los dos hijos de Pere, para hacer los últimos metros con su padre y Mireia, su mujer y mi "cosina gran", corría a nuestro lado haciendo un vídeo con el móvil que quedará guardado para la posteridad.
4h50m nos costó llegar hasta meta, pero ya podemos decir que Pere es FINISHER de una Maratón, la de Barcelona, la de nuestra ciudad. ¡FELICIDADES!
Personalmente, muy sorprendido de poder hacer 42,2km a un ritmo inferior al mío y llegar con sensación de poder seguir corriendo un rato más. Detalle que me anima a seguir entrenando estas semanas que faltan hasta el 26/04, día que necesitaré eso y más para poder superar el gran reto de este año, la LTBCN (Long Ultra Trail Barcelona). Hasta entonces... "Salut i Força"!
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